Vuelvo después de un fin de semana, cuanto menos movidito, vuelvo a la realidad cibernáutica, para dar el coñazo a quien guste. He de decir que esto de ponerse a escribir un domingo cuando cae la tarde y Baeza se viste de un poco de aire fresco, no es extremadamente agradable, al menos no tanto como el olor a bizcocho que me inunda la casa, porque sí damas y caballeros, ha sido uno de esos días, un raro día en el que he ayudado a cocinar, ese pedazo de manjar que está aún metido en el horno.
En fin la verdad que ha sido un fin de semana bastante tranquilito (los que me gustan), y hoy por domingo no podía ser menos, así café con los amigos y un rato de tertulia, que siempre gusta, pasar un rato agradable en buena compañía.
Como siempre (hasta el día de hoy) escrito de madrugada, y que le vamos a hacer, soy una trasnochadora, me gusta estar despierta a ciertas horas de la noche, y hacer ''cosas'' mientras otros duermen y sí, lo soy, una adicta a internet, pero no le puedo hacer nada, no he encontrado ninguna solución en internet para ello...
¡Qué duros y estúpidos son los pensamientos de una trasnochadora!
¿Sabéis? Me he dado cuenta que en cierto modo me gusta escribir por aquí (aun que lo lea poca gente, aun que por un lado mejor) es una buena forma de recordar lo que hiciste en un determinado día, semana, lugar... ¿no creéis?
A veces las cosas se acaban porque nosotros queremos.
Otra veces porque alguien ajeno a nosotros decide ponerles fin.
Muchas veces el fin llega cuando menos lo esperamos, cuando la esperanza se hacía eco de su libertad y nos golpea fuerte, muy fuerte; nos hace llorar y nos destroza contra la almohada toda una noche...
A veces el fin es más doloroso cuando crees que todo podría ser un principio...
!Os deseo una buena entrada de semana, para los que aún tengáis cosas que hacer!
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